nuevo. Un viejo mundo nuevo para mí. Es lo que esperaba encontrar al llegar a Marruecos antes de partir. Una vez franqueada la aduana con un «Etudiant» en el recuadro de profesión -y con ella, toda preocupación- las primeras impresiones se suceden a golpe de coche y caminatas por la ciudad en busca de alojamiento: studio«, appart où étage; bueno, bonito y barato, por favor.
El clima, bien, gracias.
Cae la noche y Rabat parece un decorado de cartón piedra, color blanco.
Salimos de nuevo.
A ver si esta vez, o mañana, o pasado, hay más suerte. Inshallah!
Habrá suerte no lo dudes… tienes la suerte de estar en un lugar que tiene todo el encanto árabe a las puertas de Europa así que disfruta del increíble país que es Marruecos y si ves que no encuentras casa, móntate una haima donde reposar. ¡Suerte y un abrazo!
Xavi q guay! Me gusta mucho como escribes…
shukran jazilan 😉